Kaleb está a punto de cumplir 30 años y nunca ha estado más solo. Está peleando con su hermana por un asunto de herencia y ha cortado los lazos con su mejor amigo. Apasionado por los animales exóticos, un día llega a casa con una araña muy venenosa que accidentalmente escapa. Esta rápidamente se reproduce y los habitantes del edificio intentarán sobrevivir a una plaga que se sale de control.
"Es una película de género que te sacude hasta la médula, te conmueve, te hace temblar, porque me parece que a través de las emociones acabas irremediablemente implicado. Quiero hacer una película por la que valga la pena pagar la entrada, un espectáculo por el que merezca la pena ir al cine".
Entre las peculiaridades del proyecto, encontramos que se utilizaron arañas reales para todas sus escenas. La única forma, según cuentan sus productores, de crear una auténtica pesadilla arácnida.
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